ANÁLISIS DE LAS ELECCIONES DE CATALUÑA 2017 (09.01.2018)

Posted on enero 10, 2018

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ANÁLISIS DE LAS ELECCIONES DE CATALUÑA 2017

Joan Corominas Masip e Ignacio Trillo Huertas

Elecciones de Cataluña 2017

Análisis estadístico de las elecciones catalanas 2017 y la comparación con las de 2015. 

En la convocatoria electoral catalana del pasado 21 de diciembre, hubo una participación de 4,19 puntos (79,09% de votantes sobre el censo electoral) por encima de la ya de por si muy alta lograda en la cita también autonómica de 2015 (74,90%) Y nada menos que 14,18 puntos más que en la del 2012, y 21,99 puntos más que las que trascurrió en el año 2010.

Este enorme aluvión de votos en las urnas se aproximó al récord histórico habido en todo tipo de convocatorias electorales celebradas en Cataluña desde el retorno de la democracia a España en junio de 1977, que se produjo en las elecciones generales de 1982 (80,83%) al Congreso de Diputados que llevaron a Felipe González a la Moncloa.

En cuanto a la comparación horaria que a lo largo de los distintos tramos de la jornada se efectuó la votación, no puede extraerse a efectos comparativos nada especial porque esta vez la presencia de electores ha estado condicionada por la fecha laboral en que se ha celebrado, en tanto las citas anteriores fueron en días festivos.

Gráfico 1. La franja horaria de la votación.

Dentro de la complejidad existente en esta cita electoral, por dilucidarse como prioridad número uno el apoyo o no a la independencia de Cataluña, de cara a una nítida clasificación ideológica de los votantes, como elemento de aproximación se puede considerar, haciendo la abstracción indicada que ya de por sí ha distorsionado la realidad, la clasificación que aparece a continuación:

Gráfico 2. Porcentaje de voto y escaños obtenidos por cada opción política. Clasificación de la adscripción de cada fuerza política según ejes, izquierda y derecha, independentistas y no independentistas y partidarios o no del derecho a decidir.

Según la misma, los partidos de las derechas han conseguido un 52,1% de los votos destinados a las fuerzas políticas que han gozado de representación parlamentaria, y la izquierda un 47,9%.

Gráfico 5. Votos, su porcentaje electoral, escaños, su porcentaje, distorsionado por la distribución que efectúa la norma, según las adscripciones ideológicas por bloques, derecha e izquierda, de los partidos políticos.

Bajo la anterior clasificación de las distintas opciones que han logrado representación parlamentaria, los independentistas, según los resultados que se han dado, representarían el 48,2% de los votantes y los no independentistas el 50,8%.

Gráfico 3. El voto, su porcentaje electoral, escaño, su porcentaje distribuido, según las fuerzas políticas de destino, entre independentista y no independentista.

En cambio, si ha sucedido con mayor visibilidad entre los partidarios del «derecho a decidir» que representan ahora un 55,82% de los votantes (en 2015, fueron un 60,2%)

Gráfico 4. Sobre el voto y su porcentaje, desglosados, según haya ido a los partidos políticos agrupados, partidarios o no sobre el derecho a decidir.

Como media, la implantación de la derecha y la izquierda en todas las comarcas catalanas prácticamente ha sido similar, con más fuerza de la derecha independentista en las más rurales  y de la no independentista en las urbanas; en la izquierda predomina ligeramente la no independentista en las comarcas urbanas y la independentista en el resto del territorio.

Desglose del voto del 21D 2017 por comarca:

Gráfico 5. Voto a opciones políticas desglosado por comarcas catalanas, según calificadas como urbana, semiurbana y rural

El independentismo para nada es mayoritario en los medios urbanos donde solo ha logrado el 43% de los votos (43,3% en 2015) pero vuelve a ser muy dominante en las zonas rurales 72,6% (72,2% en 2015), pudiéndose afirmar por tanto que muy poco se ha movido en esas dos geografías política que aparecen ya muy consolidadas en Cataluña.

El desglose de las circunscripciones electorales provinciales: 

Gráfico 6. Votos y porcentaje de votos según la opción política por circunscripciones electorales provinciales.

Esa misma tendencia de mayor voto independentista en el medio rural, se da igualmente en las zonas de menor peso de población porque el sistema estatutario catalán de distribución de escaños así lo premia, no por la ley electoral española ni por la la aplicación del sistema d’Hondt en la asignación de parlamentarios sino, basado en la Disposición Transitoria existente en el vigente Estatut de Catalunya, que reproduce exactamente en este apartado el mismo texto de 1979 cuando se aprobó el primitivo Estatut, al haber sido incapaz el Parlament, por ausencia de voluntad política, aprobar una ley electoral catalana, de ahí que se haya traducido otra vez la distribución de escaños a favor de los independentistas, logrando obtener mayor número de escaños aún contando con menos porcentaje de votos.

¿Y qué dice esa Disposición Transitoria del Estatut de 1979 que se arrastra en vigor desde tiempo tan pretérito hasta el día de hoy?: «En tanto una Ley de Cataluña no regule el procedimiento para las elecciones al Parlamento, éste será elegido de acuerdo con las normas siguientes»: «Las circunscripciones electorales serán las cuatro provincias de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona. El Parlamento de Cataluña estará integrado por 135 diputados, de los cuales la circunscripción de Barcelona elegirá un Diputado por cada 50.000 habitantes, con un máximo de 85 diputados. Las circunscripciones de Gerona, Lérida y Tarragona elegirán un mínimo de seis diputados, más uno por cada 40.000 habitantes, atribuyéndose a las mismas 17, 15 y 18 diputados, respectivamente».

En este sentido, si dividimos los diputados por el número de votos obtenido por cada fuerza política, nos da el esfuerzo desigual en votos para lograr un escaño, hecho que en aplicación de la Ley D´Hondt resulta normal en cuanto va descendiendo el número de apotos conseguidos. Lo que distorsiona aquí es que las fuerzas políticas, segunda, Junts, y tercera, ERC, obtengan con menor costo de votos sus escaños que la fuerza vencedora, Ciutadans. Ello se debe a esa asignación territorial al margen del peso poblacional. Igual sucede en España con la elección de Senadores o en determinadas circunscripciones provinciales para el Congreso.

Gráfico 7. El número de votos que ha necesitado cada fuerza política para obtener un escaño

Pero, sí en vez de tomar la circunscripción electoral provincial con los condicionantes de no proporcionalidad obligados en su Estatut, consideramos Cataluña como única circunscripción, con los mismos votos obtenidos este 21D 2017, su traslación al reparto de escaños hubiese sido:

Gráfico 8. Teóricos números de escaños que hubieran obtenidos cada fuerza política en un reparto donde la circunscripción única hubiera sido la comunidad autónoma. Entre paréntesis los escaños realmente asignados en base a la actual legislación electoral.  

En los paréntesis del cuadro anterior figuran los escaños reales obtenidos por cada fuerza electoral en estas ultimas elecciones del 21D, lo que indica que el actual sistema favorece al bloque nítidamente independentista (Junts, ERC y la CUP), que en la realidad logra 70 diputados, mientras que si fuera para el reparto de escaño la circunscripción única de Cataluña, u otra donde no hubieran premios por territorio, se hubiera quedado en 66 escaños, a 2 de la mayoría absoluta.

 %VOTOS

PARTIDOS

 ELECCIONES

2112

 ELECCIONES

2015

 ELECCIONES

2017

JUNTS (1) Y ERC   30,7%

13,70%

 23,75%

15,8%

 21,76%

21,48%

 Cs  7,56%  17,90%  25,47%
 PSC  14,43%  12,72%  13,92%
 CUP  3,47%  8,21%  4,48%
 PODEM (2)  9,89%  8,94%  7,49%
 PP  12,97%  8,49%  4,26%

Gráfico 9. (1).- En las elecciones de 2012, se presentó como CIU. En 2015, CIU y ERC iban unido bajo la candidatura, «Junts Pel Si» y para que no se rompa la serie a efectos comparativo se le ha asignado el 40% de los votos a ERC y el 60% restante a CIU porque así lo aseveraban las encuestas. Y en este 2017, volvían a presentarse nuevamente por separados, como, «Junts Pel Catalunya», y ERC.

(2).- En 2012, lo más parecido ideológico a este bloque de votantes, iba como ICV. En 2015: «Catalunya Si es Pot». En 2017: «Catalunya En Comù Podem».

Trasladando dichos porcentajes a los bloques ya indicados, el resultado que nos da, es:

 %VOTOS

PARTIDOS

   Derecha   (Junts, Cs y PP)

 ELECCIONES

2112

51,23%

 ELECCIONES

2015

50,14%

 ELECCIONES

2017 (1)

51,49%

Izquierda

(ERC, PSC, Podem y CUP) 

 41,29%

 45,71%

 48,77%

 Independentista (CIU, ERC, CUP)  47,87%  47,80%  48,46%
 No independentista (Cs, PSC, PP, Podem)  44,85%  48,05%  50,05%
 Derecha independentista (CIU)  30,7%  23,75%  21,65%
 Derecha «unionista» (Cs PP)  20,53%  26,39%  29,61%
Izquierda Independentista (ERC, CUP)

Izquierda catalanista (PSC, Podem)

 17,17%

 

24,32%

 

24,05%

 

21,66%

 

 

25,84%

 

21,33%

 

 

Gráfico 10 (1).- Los porcentajes son en relación con los votos obtenidos por todas las fuerzas políticas, no de las que han logrado exclusivamente representación parlamentaria, de ahí que se aprecien algunas décimas de diferencias sobre lo que ya había sido expuesto sobre estos mismos bloques.

Volviendo a lo ocurrido este 21D, si hace dos años en las elecciones del 2015 con respecto a la transcurrida en el 2012, cruzando ideología e  identidad, la derecha independentista había perdido casi 7 puntos de votos, y la izquierda no independentista 2,66, ganando la izquierda independentista 6,88 puntos y la derecha no nacionalista 5,86 puntos; concluyendo con que la derecha partidaria era algo menos independentista y la izquierda más independentista que en el año 2012; en las actuales comicios autonómicos del 2017 con respecto a los del 2015, podemos aseverar: que la derecha independentista ha seguido perdiendo fuelle (- 2,10 puntos), por contra, la derecha «unionista» aumenta de forma significativa (+ 3,22), ya las fuertes pérdidas sufridas por el PP son neutralizadas en demasía por el gran ascenso experimentado nuevamente por Ciutadans, así como disminuye levemente la izquierda no independentista (- 0,33 puntos) a costa de un aumento la independentista (+ 1,69 puntos), con lo que la misma tendencia que ocurrió hace dos años prosigue, lo que garantiza que la polarización continúa moderadamente in crescendo.

En resumen, en Cataluña sigue siendo muy fuerte la identidad independentista (47,46%), pero no mayoritaria, aunque los no independentistas de izquierda, PSC y Catalunya en Comù Podem (21,41% en conjunto) son catalanistas. De otra, los “unionistas», con menor sentimiento catalanista (PP y Ciutadans) representan un 29,61%, lo que denota que al margen de los trasvases internos habidos este 21D entre los bloques: del PP hacia Ciudadanos, y en última hora de ERC y CUP hacía la candidatura Junts de Puigdemont, quizás con la única fuga extra bloque de votos de En Comú Podem hacia ERC, la pluralidad sigue instalada en la sociedad catalana.

Impacto político de los resultados de las elecciones catalanas 2017 en las distintas opciones y bloques electorales.

Partiendo que estamos presente ante uno de los más complejos escenarios que podrían haber reportado las urnas, pasamos a analizar el impacto que en las distintas fuerzas políticas ha causado el resultado electoral.

ERC

ERC ha jugado este 21D a vencedor y se lo ha creído hasta el recuento final de las papeletas, así también lo vaticinaban las encuestas sin dar otra vez en la diana, donde ha salido trasquilada, a añadir que su líder Junqueras está encarcelado, teniendo por tanto mucha dificultad, por no decir que es inverosímil porque en este mundo independentista/surrealista todo es posible, de poder llegar a presidir la Generalitat. Su rival, no ha sido un «enemigo» españolista sino su propio aliado, Puigdemont, como president del Govern cesado y hasta hace poco tiempo de coalición en una misma opción política, Junts pel Si, al que Junqueras le impidió disolver la legislatura y convocar elecciones anticipadas obteniendo como respuesta no avisarle de que se fugaba a Bruselas y lo dejaba tirado para que fuera detenido.

Y es que para el bloque independentista el vencedor ha sido Puigdemont desde su fuga con residencia dorada en Bruselas amparado por los xenófobos flamencos tan «incómodos» para las instituciones europeas. Pero al igual que Junqueras, tampoco Puigdemont tiene fácil presidir la Generalitat, en cuanto su entrada en España, o la realización de un movimiento falso de salida a un tercer país que conllevara aparejado la reactivación de la «euro orden» para su detención y entrega de cara a su extradicción para acompañar a Junqueras a la cárcel de Estremera.

Sin embargo, cuánto de propaganda hay en esa victoria de Puigdemont. Ha seguido perdiendo (2,10 puntos) con respecto a CIU en su coalición con ERC de hace dos años, y 9 puntos menos que obtuvo Artur Mas en 2012 y que ya de por si consideró decepcionante. Asimismo, tan solo ha logrado 0,26 punto más que ERC que sin embargo avanza más, aunque no suficiente, seis puntos de lo que se le puede asociar en las anteriores del 2015 y ocho puntos más que cuando en el 2012 se presentó en solitario.

También, que la composición de las listas de las dos principales fuerzas independentistas, Junts y ERC, se halle copada por imputados y fugados que pueden ser inhabilitados, complica aun más el arranque de una legislatura que ya se debe presuponer que va a estar plagada de sobresaltos judiciales.

Lo que si queda claro es que las fuerzas independentistas desde este 21D son las únicas responsables para lo bueno o para lo malo que suceda en Cataluña, a no ser que alguna torpeza del Gobierno de Rajoy consiga echarles una mano más. Y lo peor a que se enfrenta, quizás proceda del campo económico donde los movimientos que se produzcan por los independentistas van a estar con una lupa gigante sujetos a la observación internacional por los mercados.

Ciutadans

Lo que es incuestionable aunque puede ser ineficaz para la composición de la Mesa del Parlament y para condicionar la elección del President de la Generalitat, es el triunfo de Ciutadans que se ha convertido en el primer partido de Cataluña, recogiendo votos del caladero del PP y en menor medida del PSC y de los sectores no independentistas de la derecha catalanista, antaño de CIU. Digamos que al margen de su contenido doctrinario adscrito a la derecha liberal, ha sabido recoger un voto mayoritario de gran transversalidad, que va, desde la burguesía catalana y pequeños empresarios, hasta los trabajadores de los cinturones industriales de las grandes aglomeraciones urbanas y sectores de la inmigración, temerosos de la aventura del destino de una Cataluña fuera de España y de la UE, desde el punto de vista de la economía, el empleo y la calidad de vida. Probablemente su estrategia en Cataluña no será ajena a lograr a medio plazo desbancar al PP de la primacía de la derecha española en unas no inmediatas elecciones generales.

Parido Socialista de Catalunya

El PSC de Miquel Iceta tan solo ha vuelto a salvar los muebles después de las tensiones y escisiones de los sectores más nacionalistas e independentistas que cohabitaron dentro del PSC, pero su proyecto como tercera vía a la confrontación, de nuevo acomodo de Cataluña en una futura España federal, ha contado con un respaldo electoral muy insuficiente y bien lejos de lo pretendido. Asimismo, la integración de los antiguos sectores conciliadores de Unió Democrática de Durán i Lleida en sus listas, ha resultado un fiasco en una Cataluña totalmente polarizada en dos bloques donde por ahora, tras el desbarre del PDeCat, parece que no hay espacio electoral para una derecha catalanista y europeista. Otra vez, el PSC no ha hecho mella en el granero de sus potenciales votantes, los cinturones obreros e industriales, cuyas papeletas han vuelto a marcharse en dirección a Ciutadans, que siguen viendo la opción que mejor garantiza una Cataluña integrada en España que salvaguarde sus puestos de trabajo y status quo.

Catalunya En Comùn Podem

En cuanto a Catalunya En Comùn Podem, si ya su antecesora, Catalunya si que es Pot, lo que fue la confluencia de ICV y Podemos, vio mermada en las autonómicas del 2015 el apoyo que ICV gozaba de la convocatoria del 2012, el maridaje actual de Pablo Iglesias con la zigzagueante alcaldesa, Ada Colau, teniendo como cabeza de lista a Xavier Domenech, no ha podido resultar más catastrófico. Hizo una campaña electoral pésima, donde parecía jugar en plan trilero la partida con dos barajas de cartas a la vez, predicando una asimetría que nadie creía, siempre con la mirada unidireccional de un solo ojo dispuesto a captar en plan oportunista un voto independentista de ERC, sin darse cuenta que una parte de sus votantes precisamente eran los que se fueron yendo en esa dirección a consecuencia de sumergirse en la trampa del estéril conflicto territorial en la que la izquierda siempre lleva todas las papeletas para perder. Abandonó, como ya venía haciendo, el discurso del 15M que dió sentido a su aparición en el escenario político. Esta derrota, augura un próximo debate en su seno puesto que el desgaste puede tener continuidad más allá de Cataluña. El enfado y el desconcierto que igualmente ha originado en su electorado del resto de España está por venir. Es para que tomase ya nota.  La fórmula leninista que aplica Pablo Iglesias en la conducción de Podemos desde Vista Alegre II, también se ha vuelto a reflejarlo en Cataluña con esa aplicación particular que ha hecho de su artículo 155, en tanto criticaba a Rajoy por tal motivo, para fulminar a su disidencia, sin diálogo alguno en contra de lo que exige a los demás. Hay motivos más que suficientes para que el híperliderazgo que ejerce Pablo Iglesias genere más inquietud y desconfianza.

Partido Popular de Cataluña

El PPC como era de esperar ha sido el enorme damnificado de estas elecciones, recogiendo esta vez toda la cosecha tenebrosa que ha sembrado con Cataluña y que arrastra sobre todo desde su endemoniada campaña contra la reforma del Estatut. Asimismo, como castigo a la indecente instrumentalización que ha venido practicando para provocar la desafección a Cataluña de cara a obtener réditos electorales en el resto de España. Tampoco ha tenido perdón su inmovilismo y sus torpezas, primero no negociando o parando lo que venía encima cuando estuvo a tiempo, parapetado entonces en su mayoría absoluta, para acabar dando palos de ciegas el 1 de octubre a diestra y siniestra para concluir entregando a jueces y fiscales la patata caliente de desmontar el Procès. Todo muy rajoyano, dejar sin resolver las cuestiones complejas hasta que haya la suerte haga que se olviden, pero en este caso el problema se ha podrido y ha estallado. Esta dirección ha llevado a la ciudadanía catalana a asociar a esta formación política con el españolismo más prehistórico, rancio y bunkeriano, contrario a una nueva relación de España con Cataluña. Por tanto, el fracaso del PP estaba más que asegurado antes de la irremediable aplicación del artículo 155 para impedir la sedición.

La CUP

En cuanto al desastre sucedido a la anacrónica CUP, estaba prácticamente descontado del papel de sus valores en el parquet electoral por lo que no ha resultado tampoco sorpresa alguna.

Análisis político de estas elecciones catalanas 2017.

La derecha siempre lo tuvo claro. el problema es que haya picado en la caña de pescar la izquierda. Viñeta de El Roto.

La alta participación electoral ya referida ha sido fruto de la importancia que la población catalana ha dado a esta cita en las urnas, por las trascendentales consecuencias que se derivaban de su resultado. Además, esta consulta electoral ha sido de lo más atípica. Calificada por los independentistas como ratificatorias con respecto a su provocador y estrafalario referéndum del 1 de octubre, y plebiscitarias a la posterior proclamación unilateral de la República catalana, como desconexión e independencia con el resto de España. Asimismo, contra la aplicación  del artículo 155 de la Constitución española que como respuesta al desafío secesionista llevó a la intervención por el Gobierno central de las instituciones autonómicas; también por la libertad de sus presos, que lo son porque violaron el marco constitucional y estatutario, al igual, por el retorno de los que se encuentran en Bruselas fugados de la justicia; imputados que para más inri se hallan inmersos en la composición de las listas que se votadas. Argumentos que, aún siendo rechazados por las demás fuerzas políticas no independentistas, han acabado con llevar a la ciudadanía catalana de forma abrumadora ante las urnas y condicionado previamente la campaña electoral y posteriormente sus resultados.

Catalanes contra catalanes

Unas elecciones totalmente polarizadas donde han figurado como ejes centrales: los sentimientos, los agravios, las señas identitarias, el victimismo o la represión, en que se mueve el conflicto territorial existente, y no en propuestas de salida a la situación actual u otras sobre la mejora de las condiciones de vida de las personas que viven y trabajan en Cataluña. El peor escenario para la izquierda. Ello ha determinado el surgimiento de un voto populista transversal, al margen de ideologías, que han favorecidos, a Junts Pel Calalunya, y enfrente, como reacción y contrapoder, a Ciutadans.

Unas elecciones que han visualizado profundas fracturas en la sociedad catalana: ámbito rural frente al urbano, catalanes de toda la vida frente a los que descienden de la emigración de la segunda mitad del pasado siglo, los que usan el catalán habitualmente frente a los que se comunican preferentemente en castellano. Grietas que es imprescindible no agrandar y restañar lo antes posible. Diferencias tan visibles que coinciden geográficamente con la delimitación de Tabarnia, cuya única utilidad de protagonismo es dar visibilidad a esta ruptura interna de la convivencia en Cataluña.

Tabarnia

Que esto podía llegar a pasar, era la conclusión más clara al menos desde las elecciones catalanas de 2012, por lo que se hace más difícil de comprender que hayan transcurrido más de cinco años y ni el gobierno de la Generalitat ni el de España contribuiyeran a buscar lazos, consensos y encajes para la resolución del conflicto.

Solo hay momentos excepcionales en la historia de los pueblos donde se toman decisiones difíciles de entender. Ha sucedido en las urnas catalanas del 21D. Una Cataluña hasta hace poco abierta, con una riqueza en pluralidad cultural y buen hacer innovador, encomiables, envidiada por el resto de España y entre los países europeos más avanzado, se ha visto inmersa en un terremoto provocado por una vanguardia chauvinista y sin escrúpulos frente al inmovilismo más atroz, lo que la ha llevado a una encrucijada muy peligrosa para su convivencia interna, donde, para ocultación de los problemas reales, se ha situado por delante, sentimientos, avatares identitarios y agravios enfrentados. Y en este estado de shock aparece como respuesta: echarse la manta a la cabeza como no queriendo saber sus consecuencias, sin rumbo pero con la fe del carbonero de que cuanto esté por llegar seguro que va a ser mejor.

Cataluña exporta un 40% al resto de España y otro 40% a la UE. Solo sus ventas a Balerares doblan sus ventas a China, y las de Madrid doblan a las de EEUU

Un territorio y una población con enorme peso, como Cataluña, 18,15% del PIB de España (año 2016), cuya potencia económica está basada en sectores tan sensibles como el turismo (11,4% del PIB) su comercio exterior, cerca del 50% de su PIB, donde el 40% por ciento de su mercado es el resto de España y el otro 40% a la Unión Europea, con un endeudamiento exterior, público y privado, alrededor del 200% de su PIB, opta electoralmente, en vez de a la racionalidad en defensa de sus intereses presentes y futuros, por proclamas supremacistas, inventadas o de extracción del Medievo, fracasadas además a lo largo de nuestros turbulentos siglos XIX y XX, que conduce, en un mundo cada vez más globalizado, para caer como meta onírica irremediablemente en el abismo, en el mayor aislacionismo destructor y suicida que se halle en el fondo de su vacío.

En tanto, a la Europa, área geopolítica supranacional de la que formamos parte, a la que los nacionalismos le llevaron en el siglo XX a dos grandes conflictos bélicos, se le exige mayor cohesión e integración, es decir caminar en la dirección contraria.

La hoja de ruta del secesionismo con destino a ninguna parte. El Roto

No es un fenómeno único lo que estamos observando con tristeza en Cataluña. Venimos percibiéndolo en los recientes episodios electorales aislacionistas que se han dado en Gran Bretaña con el Brexit, en los Estados Unidos, posibilitando el acceso de Donald Trump al poder, o en los movimientos electorales involucionistas que de un tiempo acá se vienen produciendo en otros estados europeos. 

El mundo que generacionalmente hemos conocido y compartido hasta la fecha. y que arranca desde el largo periodo que arranca tras la Segunda Guerra Mundial y transcurre hasta hace pocos años con lineal mejora continua para las condiciones de calidad de vida y de conquistas laborales tenidas como irreversibles, se ha roto en la profunda e intensa crisis reciente que parte del 2007 y aún aletea, acabando con muchos mitos y certidumbres tenidas hasta ahora como sólidos e inamovibles.

Y en ese aferrarse a algo que no se cuestione, han aflorado como agarraderas elementos a compartir, tomados como si de una nueva religiosidad se tratara, como son los sentimientos, la defensa común frente a un enemigo exterior, el orgullo de pertenencia a una patria a crear, la solidaridad con la proximidad, con el pobre padre de familia allegado que está injustamente en la cárcel, con el que está forzado a permanecer en un país extranjero y extraño sin poder morar en su domicilio o estar como uno más entre sus vecinos … El caso es que esa tendencia no solo es propia de sociedades primitivistas sino que es comprobable que se está dan también en la actualidad como técnica de autodefensa entre las más avanzadas en época de crisis. Y resulta difícil, en el campo de la política, una vez que ha tomado raíces sociales, anteponer una alternativa racional, porque es más propio del plano de la metafísica o de la psicología.

El Roto

Y si encima ese Procès sin rumbo viene siendo dirigido conscientemente por quienes no tuvieron escrúpulos en tapar sus vergüenzas por ser pioneros en recortar a los más desfavorecidos en materia de enseñanza, en sanidad, en gastos sociales, en tanto abrían embajadas, en tanto apaleaban a los del 15M porque se rebelaban contra sus recortadores, y hallaban buen recaudo a sus atracos por el 3%,  las ITV, Palau de la Música,  Pallerols, Pretoria, Pujols, en paraísos fiscales, formando parte de la misma corrupción que asola al partido que sustenta al Gobierno de España, pero al que precisamente se le achacan todos los males porque roba a Cataluña, nombra a jueces para perseguir a catalanes, ejerce la violencia para imponer sus leyes, olvidando que la Constitución española fue votada por el 91,2% de síes de los votantes catalanes, o que dos de los siete padres de esa Carta Magna eran también catalanes, uno nacionalista y otro de izquierda; el cóctel explosivo está sembrado y además con enorme apoyo electoral como se ha vuelto a demostrar el pasado día 21 de diciembre.

El Roto

Y como los pueblos que no conocen su historia están condenado a repetirla, urge abordar cambios estructurales y constitucionales en clave del siglo XXI, antes que la quiebra societaria que ha acontecido entre catalanes pueda ir más allá y en vez de encarecer a la UE que acelere su proceso de integración y de cohesión social y fiscal, volvamos a vernos inmersos en la último mitad del siglo XIX, extendiendo el genérico derecho a decidir hasta repetir el cantonalismo que acabó con la Iª República.

Cuando una sociedad se quiebra y aparece rota, lo que le sucede a continuación es el odio y la confrontación más miserable y rastrera entre los seres humanos. Experiencias en nuestro pasado, haberlas haylas en abundancia.

El entendimiento y el restablecimiento de puentes para tomar decisiones políticas y constitucionales bajo mecanismos legales que se refrenden democráticamente por cuantos nos veamos afectados, vivamos en Huelva o en Girona, son inaplazables, pero la disposición y los pasos a dar corresponden a todas las partes.

OTROS POST PUBLICADOS EN ESTE BLOG SOBRE LA CUESTIÓN CATALANA.

 20.11.2017: “FORO 26-J”: LA IZQUIERDA Y CATALUÑA: https://ignaciotrillo.wordpress.com/2017/11/21/33301/

05.10.2015.- ELECCIONES CATALANAS:  27S-2015:  https://ignaciotrillo.wordpress.com/2015/10/02/26586/

04.09.2014.- EL TRANCE CATALÁN:  https://ignaciotrillo.wordpress.com/2014/09/03/23882/

14.12.2013 .- SOBRE LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA:  https://ignaciotrillo.wordpress.com/2013/12/12/20171/

26.11.2012 .- EL LABERINTO CATALÁN, TRAS LAS ELECCIONES:  https://ignaciotrillo.wordpress.com/2012/11/26/13454/

19.11.2012 .- EL DEBATE CATALÁN:  https://ignaciotrillo.wordpress.com/2012/11/19/13157/

13.09.2012 .- ENTRE “LA DIADA” Y LOS LÍOS DEL PP :  https://ignaciotrillo.wordpress.com/2012/09/13/11259/

09.03.2012 .- PP = REFORMA LABORAL = CIU:   https://ignaciotrillo.wordpress.com/2012/03/09/5716/

11.01.2012 .- CiU HABLA PP EN LA INTIMIDAD:  https://ignaciotrillo.wordpress.com/2012/01/12/3482/

22.11.2011.- CONVERGENCIA Y UNIÓN DE CATALUÑA SE CISCA EN SU ELECTORADO Y EN LA ÉTICA POLÍTICA:  https://ignaciotrillo.wordpress.com/2011/11/23/convergencia-y-union-de-cataluna-se-cisca-en-su-electorado-y-en-la-etica-politica/

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