ALBERT, SUSANA DÍAZ Y LA `YENKA (15.06.2015)

Albert, Susana Díaz y la «Yenka» * 

Ignacio Trillo

SEVILLA, 14/06/2015.- Susana Díaz junto al presidente del Parlamento, Juan Pablo Durán (i), durante el acto institucional de su toma de posesión como presidenta de la Junta de Andalucía, celebrado hoy en el Salón de Usos Múltiples del antiguo Hospital de las Cinco Llagas, sede de la Cámara andaluza. EFE/Jose Manuel Vidal. Publicado por Publicoscopia.

El adelanto electoral que protagonizó Susana Díaz en Andalucía el pasado mes de enero, justificado para procurarse la estabilidad política al margen de IU por el procedimiento de obtener una suficiente mayoría parlamentaria, se convirtió, desde la noche del pasado veintitrés de marzo y tras verificarse el recuento de votos, en un fiasco político para sus intereses directos.

Añadamos que sirvió también para que Susana Díaz, gran tacticista como pésima estratega, se alejara involuntariamente de la política nacional y por ende concediera a Pedro Sánchez, con el que mantiene un pulso de confrontación personal difícil de que lo explique, la oportunidad de que aprovechara el tiempo de su atasco para que se escapara con rumbo a las primarias, de cara a adelantarse a la ambición que ha venido siendo común por ambos de aspirar a instalarse en la Moncloa tras los venideros comicios generales. Como moraleja, podemos concluir por tanto que el pan que proyectó elaborar la presidenta de la Junta le salió como unas tortas, y además achicharradas.

Ochenta días ha llevado sonambuleando la señora Díaz, muy sonada y atacada de los nervios por no cerrar de inmediato un acuerdo para su investidura, al no haber entendido los resultados que las urnas andaluzas dictaminaron sobre la necesidad de abrir una etapa distinta en su praxis política, basada en la negociación sin prepotencia y en la regeneración. En esta línea, tampoco tuvo sentido que siguiera viendo la paja imaginaria en ojo ajeno y no la viga en el propio, achacando a la oposición esa pérdida de tiempo.

Esta sinrazón de la dirigente del PSOE-A quedó demostrada desde la primera noche electoral despreciando a la oposición: “He ganado las elecciones. Gobernaré en solitario”, sin decir cómo. Luego, enrocándose, nombrando como representación de su grupo socialista en la Mesa del Parlamento de Andalucía a una especie de comisión ejecutiva de su partido, a la par que alcanzaba sin consenso, también con su minoría mayoritaria, la presidencia de la Cámara, designando a un personaje, lógicamente de su partido, de oscuro pasado e insuficiente formación.

Así, hasta ir la señora Díaz regañando a la oposición a diario por no apoyarla, sin ofrecerle contrapartida alguna a cambio, a la vez que la denostaba al atribuirle perversas intenciones, como que estaba más atenta a lo que fuera a suceder en las inmediatas elecciones municipales que a que Andalucía tuviera gobierno presidida por ella. Olvidaba conscientemente que el denso calendario electoral del año en curso se conocía con anterioridad a su adelanto de los comicios, como para que hubiera previsto que conseguir rápidos acuerdos no iban a ser nada fáciles en el caso de que no obtuviera una mayoría más que desahogada, hecho así sucedido.

Pero es que la hoja de ruta de Susana Díaz solo contemplaba el logro de votos más que suficientes para sacar su investidura sin necesidad de pactos con ningún grupo opositor. Sobradamente pues queda retratada por qué durante estos dos meses y tres cuartos transcurridos desde el día de las elecciones, ha demostrado un enorme interés para seguir mandando, al tiempo que su olvido sobre cómo pensaba gobernar en el nuevo escenario surgido al encontrarse en minoría en el Parlamento.

Así vio el humorista malagueño por excelencia, Idígoras y Pachi, la investidura de Susana Díaz como revalidada presidenta de la Junta de andalucía con el acuerdo de Ciudadanos. Inspirado en el famoso cuadro de Diego Velázquez, «La Rendición de Bleda».

En los últimos días, a contrarreloj, para no ir a una nueva cita electoral, Susana Díaz, a cambio de ser investida, ha dado su «palabra» a Ciudadanos, junto a otras cuestiones aceptadas y firmadas, de cara a satisfacer, de forma rebajada, las reivindicaciones más peliagudas que le fueron planteadas por la formación naranja y por el propio Albert Rivera, como que a Manuel Chaves le pida que deje el escaño en el Congreso de Diputados en el caso de que el Tribunal Supremo ratifique su imputación por el caso ERE.

Contundente en twitter Albert Rivera pero no así al firmar el acuerdo

Con esta filigrana, Albert Rivera, de forma simultánea y poco afortunada, dentro de la indefinición calculada o caótica de su causa, ha dado una de PP y otra de PSOE, llegando en un mismo día y en parecida hora, según ha quedado reflejado en los medios, a un acuerdo con el PP en la Comunidad de Madrid, de cara a hacer posible la investidura de Cristina Cifuentes, y otro pacto en Sevilla para que ocurriese igualmente con Susana Díaz y al fin presidiera la Junta de Andalucía.

Argumenta «Ciudadanos» que esos acuerdos con el PP y con el PSOE son para llevar a cabo un programa de transparencia basado en la regeneración democrática y contra la corrupción política, precisamente coincidentes asimismo con el día en que se desarrollaba la continuidad de las actuaciones judiciales y policiales por los casos de corrupción, `Púnica´ en Madrid, y `Edu´ y `Eduende´ en Andalucía sobre los fondos de formación, afectando a los dos partidos que han venido gobernando estas dos comunidades autónomas desde hace varias legislaturas, y que precisamente la formación naranja los ha revalidado para que prosigan en su ejercicio.

Lo que dijo Albert Rivera hace nueve meses sobre la corrupción del PP y del PSOE, dice ahora Diego

Parece ser que hay que dejar de lado y olvidarse de las tajantes y punzantes declaraciones realizadas semanas y meses atrás por Albert Rivera contra los casos de corrupción del PP de Madrid o del PSOE de Andalucía, porque en este instante ha primado su máxima: donde dije antes digo, digo ahora Diego. También chirría la rectificación estratégica realizada por esta formación, en cuanto a prestarse a ser un comodín, en dos plazas de enorme significación y diferencia política, como para quedar marcado como partido minoritario que le corresponde jugar tan solo el papel de bisagra, rol que el líder de Ciudadanos dejó bien claro en numerosas intervenciones que no iba a desempeñar y que tanto nos hace recordar al fallido y difunto, CDS `suarista´, en su segunda etapa.

De otra, Susana Díaz, tan envalentonada con la amenaza de repetir las elecciones, no ha tenido altura de miras, porque antes de socialista es `susanista´, ni valor para poner sobre el tapete de la negociación andaluza con Ciudadanos la exigencia de aceptar el cierre del acuerdo a cambio de que la formación naranja favoreciera igualmente en Madrid a la persona de Ángel Gabilondo para presidir la Comunidad de la capital del Reino. Hubiera sido lo coherente y no que Albert Rivera mezclara interesadamente las churras con las merinas para buscar la foto de su centralidad. No lo ha hecho la dirigente andaluza porque le corroían las prisas y por la inquina que le tiene a Pedro Sánchez, más después de haberse cargado a Tomás Gómez, su aliado en Madrid en las batallas orgánicas partidarias. Ello indica, asimismo, que Susana Díaz, independientemente de su fanfarronería, temía la convocatoria de nuevas elecciones andaluzas porque ante el desgaste que viene sufriendo sus apoyos podrían haber venido a menos. De hecho, la última encuesta del CIS situaba la aprobación a un gobierno monocolor del PSOE-A en un 26% de los consultados andaluces, nueve puntos por debajo del porcentaje de votos obtenidos por Susana Díaz en las adelantadas urnas autonómicas del pasado mes de marzo.

BARCELONA, 10/06/2015.- El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que donde dijo digo dice Diego ha avisado hoy al PP madrileño que sus «condiciones» para lograr un acuerdo que facilite la investidura de Cristina Cifuentes son las «mismas» que han permitido que su partido llegue a un acuerdo con el PSOE en Andalucía. EFE/Alberto Estévez. Publicado por Publicoscopia.

Como consecuencia, este pacto ha hecho retratar a Susana Díaz, prestándose al juego del partido de Albert Rivera, junto a la conservadora Cristina Cifuentes, aunque estén separadas por algo más que el medio millar de kilómetros que hay entre Sevilla y Madrid. Dos dirigentes políticas bailando al son `revival´ del ritmo de la `yenka´, siendo las notas musicales marcadas por este aprendiz `naranjito´ que acaba de irrumpir en la política nacional con determinación de repartir el bacalao, dando una de cal y otra de arena.

Ciudadanos, por más que se desgañite, en el pacto que a toda leche ha firmado con Susana Díaz, a la vez que con Cristina Cifuentes, para nada va a lograr regenerar el sistema establecido, sea en Andalucía o en Madrid, sin atacar, de raíz y desde dentro de los gobiernos, lo que el PSOE-A o el PP tienen montados en ambas comunidades autónomas. En el caso de Andalucía, la existencia de una administración autónoma y demás entes públicos bajo un férreo control partidario, convertidos en espacios públicos para el empleo laboral de los suyos, basados en la mediocridad de los nombramientos y al servicio de sus redes clientelares, así como la persistencia de un ineficiente modelo económico que ofrece la mayor tasa de desempleo de la UE y donde la viabilidad de numerosas empresas y la vertebración del tejido patronal y sindical están bajo sospechas, ligadas a la subvención oficial. O en el caso de Madrid, donde el gobierno autonómico va a tener, como eje monográfico, el partido consustancial a la corrupción.

El ambidiestro de Albert Rivera, por la capacidad que tiene de usar aparentemente con la misma habilidad la mano izquierda o la derecha para firmar acuerdos con el PSOE o el PP, o para taparse las vergüenzas, como ocurre en esta viñeta de Idígoras y Pachi.

De otro lado, a nivel interno del PSOE, a lo largo de lo que va de semestre, Susana Díaz por sus torpezas ha estado atada y bien atada a su lío de adelanto electoral y a la post resaca consiguiente de no poder ser investida en las tres primeras votaciones. Ha perdido numerosos enteros como estadista, tanto dentro como fuera de la comunidad autónoma andaluza. Por el contrario, Pedro Sánchez, lo ha aprovechado para reforzarse y construir sus defensas con el objetivo de hacer frente a las más que previsibles embestidas que le puedan seguir viniendo desde el Sur.

En este decorado, Sánchez ha sabido dinamitar los puentes que la lideresa sevillana tenía tendido con las baronías territoriales del PSOE y que le llevaron precisamente a su triunfo interno frente a Eduardo Madina. Fue hace un año, cuando aun siendo un desconocido cayó de forma consentida bajo la tutela de la hoy nuevamente Presidenta de la Junta pero con voluntad de ocultar que esa dependencia no iba a ser eterna. De hecho, duró hasta el día después de su nominación como secretario general del PSOE, cuando por exigencia de la lideresa andaluza e incumpliendo su palabra dada en el debate con sus rivales, Madina y Tapias, pospuso la fecha de celebración de las primarias para la designación de la cabeza socialista de lista a la Moncloa, prevista inicialmente para noviembre del 2014.

A partir de aquí, acabó el idilio entre los dos, y comenzaría el vuelo libre de Sánchez sin tutela y sin tutía. Ni mucho menos fue aceptada por Susana Díaz que se liberara de las cadenas que lo trababan a ella. Por eso, el socialista madrileño ha tenido que construir, a lo largo y ancho de estos últimos meses, un cordón sanitario de prevención en Despeñaperros de cara a que la `susanista´ no pueda saltárselo.

¿Susana Díaz leyendo el contenido de la Operación de Pedro Sánchez? No obstante, posteriormente, con la mediación de dos altos mandatarios socialistas, ha firmado las paz temporal hasta las próximas elecciones generales.

En esta faena, Sánchez se ha precavido de Díaz reforzando los lazos de complicidad con el asturiano gobernante, Javier Fernández, así como, con métodos expeditos y nada ortodoxos, haciendo volar las cerraduras de la sede y la dirección del PSM de Tomás Gómez, que conllevó aparejado el corte de fluido eléctrico que lo interrelacionaba con Carme Chacón, ya aislada a Barcelona y atrapada en la red de la gran crisis de identidad y supervivencia que sacuden al PSC. Asimismo, se ha granjeado el apoyo del fortalecido líder extremeño, Guillermo González Vara, y se ha volcado exitosamente con Ximo Puig de Valencia, al tiempo que ha mantenido la comunión diaria con el castellano manchego, Emiliano García-Page, gracias a la bendición `urbi et orbe´ de Bono. Del resto se ha encargado su segundo de abordo, César Luena, especialista en trapicheos y conspiraciones varias. Susana Díaz, en consecuencia, ha quedado ya de lo más solitaria.

En esa insistencia de Pedro Sánchez de no fiarse de la dirigente andaluza, junto a notables e influyentes veteranos que han colaborado a su favor de forma generosa y sigilosa, puso en marcha hace pocos meses esta operación denominada, `Despeña-Díaz´. Con ella, evitando equívocos de mala interpretación por el nombrecito elegido, no ha pretendido desbancar a la lideresa socialista de Andalucía, despeñándola, al ser consciente que una crisis de esa envergadura sería letal para el PSOE en estos cruciales momentos de cambio en España, sino que ha fijado las rayas rojas para su neutralización en cada caso, emulación virtual de la `Maginot´ francesa, por lo que la acepción de la instrucción responde más y por ahora a la cadena montañosa que da acceso a Andalucía.

SEVILLA, 14/06/2015.- Susana Díaz sin mirarle los ojos recibe la felicitación del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante el acto institucional en el que ha tomado posesión con las ausencias de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, así como de la oposición con la excepción de Ciudadanos, como presidenta de la Junta de Andalucía, celebrado hoy en el Salón de Usos Múltiples del antiguo Hospital de las Cinco Llagas, sede de la Cámara andaluza. EFE/Jose Manuel Vidal. Publicado por Publicoscopia.

En este movimiento, Sánchez también ha logrado situar ya a varios caballos de Troya en el entorno de confianza de la lideresa andaluza. Desde su terreno, quiere torpedearla para que no vaya por libre y  a su antojo, como ha hecho recientemente, cuestionando las políticas de alianzas emanadas de Ferraz para llevarse a cabo en los nuevos ayuntamientos y comunidades autónomas para su constitución. Contra alegato `susanista´ que de la misma manera ha fallado al no haber contado con la connivencia de Juanma Moreno, líder del PP de Andalucía, que sigue tirado al monte.

No es nuevo, esta conflagración de `guerra fría´ entre ambos líderes socialistas, ni tampoco que más temprano que tarde pueda ser que estalle en caliente. La situación y los feos que Susana Díaz le ha propiciado a Pedro Sánchez cada vez que ha bajado a Andalucía no son de recibo en Ferraz. Además, estas peleas no son ajenas a esta tierra sureña, sino que están enmarcadas en la historia autonómica del socialismo andaluz desde su origen. Quien a hierro ha matado, a hierro ha muerto.

Recordemos. El carismático, Rafael Escuredo, a dos años de su súper mayoría absoluta conseguida en las primeras elecciones autonómicas de mayo de 1982, tuvo que tirar la toalla ante el férreo marcaje y acoso que le sometió Rodríguez de la Borbolla `Pepote´, por entonces secretario general del PSOE-A a la par que parlamentario andaluz, y que terminó sustituyéndolo. Seis años más tarde, sería Manuel Chaves quien acabaría relevando en la presidencia de la Junta a `Pepote´, despojándolo previamente del poder orgánico personal que de forma autónoma gozaba en su fortín de Sevilla. Pasados cuatro años, Chaves se encargaría de purgar de la institución autonómica y de la dirección de su partido a los mismos `guerristas´ que fueron quienes se lo trajeron de Madrid a regañadientes y lo pusieron en la máxima autoridad de la Junta. Lo produjo Chaves, en aquel tiempo, asumiendo igualmente plenos poderes `unicefálicos´, tomando la secretaría general del PSOE-A y la presidencia de la Junta bajo su persona, aún a costa de perder en 1994 la mayoría absoluta de la que gozaba y comenzar la degradación que ha venido significando la confusión cada vez más acelerada y descarada de su partido con las instituciones autonómicas.

Susana Díaz, hija política de Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Eran otros tiempos, pero hace menos de dos años, en su primera toma de posesión.

Dieciséis años más tarde al conflicto anterior, José Antonio Griñán se encargaría de defenestrar de la secretaría general del PSOE-A a su `gran amigo y compañero´ de toda la vida política, Manuel Chaves, que un año antes lo había nombrado su sucesor en la presidencia de la Junta. Y tres años después, Griñán, en su huida por la chamusquina de los ERE y tras otorgarle todo el poderío a los Ni-Ni de las ex -juventudes socialistas comandados por Susana Díaz, en la primera dificultad que la lideresa sevillana ha tenido para el logro de su investidura, al serle exigida a cambio del apoyo de Ciudadanos, no ha tenido empacho alguno para soltar amarras y acelerar la jubilación no solo de su protector Griñán sino también de su otro padre político, Manuel Chaves, negándole a ambos la posibilidad de que por más tiempo sigan aforados, al no permitir que en el inmediato futuro sean revalidados en sus puestos de senador y diputado, respectivamente.

Susana Díaz, no lo va a tener fácil gobernar en minoría

A la vista de que una cosa es que Susana Díaz haya alcanzado ser ungida, y otra bien distinta es gobernar sin mayoría y para la mayoría, hecho que no ha venido estando en sus genes, además contando desde fuera de su Gobierno tan solo con el sostén de la frágil y veleta formación `riverista´, un aliado infiel y bailarín de la `yenka´, que en nada se ha comprometido con lo que ocurra dentro, veremos lo que dura la actual legislatura iniciada. En los próximos días vamos a visualizar el cúmulo de comisiones de investigación que van a ser presentadas por la oposición: ERE, Cursos de Formación o la concesión de las minas de Aznalcóllar.

Del mismo modo, y siguiendo con la máxima cainita que se venido dando históricamente entre los socialistas andaluces con quién ocupa la presidencia de la Junta de Andalucía, ¿sucederá en un futuro, cuando se halle ya la joven dirigente andaluza más debilitada, que alguien le ponga el cascabel, o más bien le coloque el estoque?

Otros socialistas más influyentes, como ya se ha recordado, cayeron en desgracia. Al tiempo.

* Esta Tribuna ha sido publicada en el diario digital “Publicoscopia”:  http://www.publicoscopia.com/opinion-politica/item/4325-albert-susana-diaz-y-la-yenka.html

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