LA GRAN CRISIS DEL PP (29.01.2014)

Posted on enero 29, 2014

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LA GRAN CRISIS DEL PP

 Ignacio Trillo

Aunque pudiera aparentar que es una crisis de liderazgo, es algo mucho más

Aunque pudiera aparentar que el PP tiene una crisis de liderazgo, es algo mucho mayor: es la crisis de la representación política de la derecha española.

La gran crisis por la que atraviesa el Partido Popular y su timorato a la vez que siempre diferido liderazgo en la toma de decisiones, Mariano Rajoy, ofrece estos últimos días diversos ires y devenires que además están irrumpiendo con una enorme celeridad.

La creación a su derecha de una nueva formación política, la delirante VOX, -¿es el Tea Party al PP, o la derecha al propio Tea Party que es el PP carente ya de su voto centrista?- liderados por el secuestrado por ETA, Ortega Lara, del alavés Santiago Abascal y el exministro de Adolfo Suárez, Ignacio Camuñas, con la salida también a ese mismo destino de algunos otros militantes o cargos electos del PP, como es el caso del europarlamentario, Alejo Vidal-Quadras; el desplante en forma de excusa de Aznar, presidente del partidopor motivos de agenda, para ausentarse de la inmediata Convención Nacional partidaria que se va a celebrar precisamente en su tierra «natal» de Valladolid, su primer gran feudo electoral, que bautizó como su Covadonga para la reconquista de España; el adelanto de Jaime Mayor Oreja, quitándose de en medio, antes de la eurodecisión de Rajoy sobre la lista electoral a la UE; el mal acomodo en que se encuentran otros líderes de gran protagonismo en el reciente pasado, como lo significan Esperanza Aguirre o María San Gil; están generando un seísmo en el partido gobernante.

El nacimiento de VOX

El nacimiento de VOX

Además,  es coincidente en el tiempo, -aparte de la profunda desafección y malestar social y político reinante entre la ciudadanía hacia el PP por sus impopulares medidas, a la par que tomadas entre desaciertos e intoxicaciones manipuladas que parecieran, por las burdas maneras empleadas, hasta provocadoramente tramitadas, unida a la corrupción reinante que le corroe, que le ha llevado a perder el inmenso respaldo que obtuviera en las urnas-, a la par que se han hecho visibles las primeras derrotas sonadas en la calle a sus mayorías absolutas tanto en la movilización de «la marea blanca» a sus pretensiones de privatización de la sanidad pública madrileña, como por lo ocurrido igualmente con la reivindicación vecinal en el barrio burgalés de Gamoral, y a la que le seguirán los problemas que se viene creando per se con la ley Gallardón sobre el aborto que hasta la extrema derecha lepenista francesa se ha posicionado distante.

El PP y su demagógica solución a la crisis económica

El PP y su demagógica solución a la crisis económica

Hechos, donde el PP aparece con clara vocación de recoger los envenenados frutos surgidos de su propia siembra por la oposición frontal y tremendista que, enmarcada en su estrategia de la crispación, hiciera antes de su llegada a la Moncloa en cuestiones tan sensibles como el terrorismo y sus víctimas, o por la simpleza demagógica con que vendió su programa electoral, un cúmulo de despropósitos compromisos de ficción para el fraude ante las urnas, planteando que acabaría de inmediato con una crisis económica que intencionadamente asociaba casi en exclusiva a la incapacidad del anterior Gobierno socialista, acompañada de la ilusa oferta para la veloz creación millonaria de empleos que acabara con la lacra del paro.

El cinismo con el que todos los sectores del PP han jugado con el terrorismo, así como de la instrumentalización de sus víctimas.

El cinismo con el que todos los sectores del PP han jugado con el terrorismo, así como de la instrumentalización de sus víctimas.

No obstante, lo expresado hasta aquí son árboles que, -más allá de significar hechos coyunturales más o menos de fácil o ardua traducción y reversibilidad relacionados con la crisis de liderazgo que padece el PP-, pueden impedir la visualización del bosque sobre el fondo de la crisis estructural de identidad que sacude no solo al partido que actualmente sustenta al Gobierno sino por extensión al conjunto del centro derecha español.

Con la dimisión de Adolfo Suárez el 29 de enero de 1981, marcaba el fin del intento de una derecha a nivel europeo

La dimisión de Adolfo Suárez, el 29 de enero de 1981, marca el fin fallido de crear una derecha homologable a nivel europeo.

De esta manera, estamos asistiendo ya en nuestro país a una retardada recomposición de la derecha política en su homologación europea, que, tras el fallido, por adelantado, experimento de la UCD (Unión de Centro Democrático) a inicios de la Transición, no encontró nuevo acomodo y ha estado latente como asignatura pendiente a lo largo de toda la etapa política que sucedió a la Dictadura, -fracasados asimismo los otros intentos ulteriores protagonizados por Miquel Roca y Antonio Garrigues, con el PRD (Partido Reformista Democrático), o el Adolfo Suárez de su segunda etapa, CDS (Centro Democrático Social)-, y que no han hecho saltar  al PP ni ante la corrupción con financiación ilegal puestas al descubierto últimamente en su seno y que venía de forma continua sucediéndose desde hacía más de veinte años, pero sí, por el contrario, le surge en el presente de forma virulenta por los posicionamientos internos tan dispares existentes en lo político a la hora de la gobernabilidad.

La cada vez más difí l cohabitación de Anar con Rajoy

La cada vez más difícil
cohabitación de Anar con Rajoy

Digamos, por tanto, que en muy poco tiempo asistimos en España con enorme retraso a la normalización democrática en su sistema político sobre dos cuestiones que como Pirineos la han hecho diferenciar de los demás países europeos con mayor cultura democrática ante la ausencia en su historia contemporánea de un régimen dictatorial como lo significó en nuestro caso el franquismo, así como la forma singular con que se llevó a cabo la delicada Transición sin ruptura con la anterior era de ausencia de libertades.

Me estoy refiriendo, de un lado, a la desaparición del terrorismo etarra ligado al independentismo vasco, y, de otro, a la coexistencia en el PP de dos alas diferenciadas y contradictorias que ya hoy muestran síntomas más que incompatibles de poder convivir bajo el paraguas de un mismo partido.

Cuando ya no se trata de hacer propaganda engañosa sino políticas

Cuando ya no se trata de hacer propaganda engañosa encima pagada ilegalmente sino políticas, estalla la diferencia.

Ahora bien, lo que el PP pudo haber resuelto con mayor facilidad en el periodo en el que estuvo en la oposición, 2004-2011, ya sin el liderazgo autoritario de Aznar, y que quizás tuvo su fecha ideal de solución en la crisis que surgió en su seno tras la derrota electoral de marzo del 2008; en cambio, al estallar en la presente coyuntura, con una crisis de la envergadura a la que estamos asistiendo y que afecta asimismo al conjunto institucional, puede reportar adicionales incertidumbres para nada ya escritas y a lo mejor tampoco con parangón europeo. Veremos.

Un Aznar avinagrado que muy pronto se olvidó de su negociación con ETA, también empezó a ver con malos ojos a Rajoy

Un Aznar avinagrado que muy pronto se olvidó de su negociación con ETA, también empezó a ver con malos ojos a Rajoy.

En este mismo sentido de dirección a lo expuesto, hace justo ahora seis años, en una Tribuna que escribí en el malagueño “diario Sur”, auguré, junto a la autodisolución de ETA, que más tarde que temprano se plantearía esta cuestión pendiente en la derecha política española.

Ocurrió enmarcada en un encuentro de debate que tuve con europarlamentarios socialistas franceses en el otoño del año 2004 y que algo más de tres años después reflejé en la publicación que hice, 23 de enero 2008, próxima a las elecciones generales de marzo de ese mismo año, singularizando asimismo el juego posicional cambiante que en aquellos precisos tiempos desarrollaban los distintos personajes del PP.

Cuando ya no hay que repartir sobres

Cuando ya no hay que recoger los sobres, las contradicciones despuntan.

Paso literalmente a reproducir el texto que compuse, y cuyo enlace extraído de la hemeroteca: http://www.diariosur.es/20080123/opinion/cuestiones-pendientes-ignacio-trillo-20080123.html, sirve de fidedigno testimonio.

Diario Sur

Diario Sur 23.01.2008

TRIBUNA

Dos cuestiones pendientes,

POR J. IGNACIO TRILLO HUERTAS

«EN el otoño del 2004 me desplacé a París para presentar ante la UNESCO el proyecto de declaración de la primera Reserva de la Biosfera Intercontinental de nuestro planeta, que uniría, bajo una figura de protección, los ecosistemas nobles gaditanos y malagueños con los que se extienden continuos por el norte del Magreb. Por tal motivo, mantuve allí varios encuentros para recabar los máximos apoyos que llevaran a buen puerto lo que, dos años después, fue una realidad.

Bandera de la Unión Europea

Bandera de la Unión Europea

Uno de ellos transcurrió en la sede de los europarlamentarios socialistas franceses. Tras concluir la cuestión que me ocupaba, la reunión derivó en un intercambio de reflexiones sobre la coyuntura que en esa fecha atravesaba nuestro país. Dos materias políticas centraron el mayor interés de esos eurodiputados. Se trataba de aquellas que, tras el fin del franquismo, como secuelas, aún nos diferenciaban de las otras naciones de la Unión Europea. De un lado, el terrorismo ligado al independentismo vasco. De otro, la coexistencia en el Partido Popular de dos alas perfectamente diferenciadas y contradictorias, que incluyen: desde el extremismo radical hasta una moderación homologable con el centro derecha europeo.

ETA condenada a su autodisolución a favor de la política entre el abertzalismo

ETA condenada a su autodisolución a favor de la política entre el abertzalismo

Sobre la compleja situación de Euskadi, nuestro debate tuvo como antecedente su diferenciación con otros fenómenos terroristas que se habían dado en Europa. Repasamos esas historias: el caso de Italia con las Brigadas Rojas, o lo sucedido en Alemania con la banda de Baader-Meinhof. Ambos procesos, derivados de la resaca de las revueltas juveniles del mayo del 68 en su errónea pretensión de imponer a sociedades avanzadas modelos revolucionarios más propios del Tercer Mundo. También recorrimos otros focos de terror de características nacionalistas, como el marginal que había acontecido en la Córcega francesa o la mención de mayor trascendencia, también por sus visos de solución, como lo representaba el tema norirlandés.

Por ello, la situación vasca, bien distinta, no era entendible por mis contertulios franceses, sobre todo en dos facetas. Una, porque la democracia implantada en España permitía la práctica política por medios pacíficos de los independentistas. Y segundo, en el País Vasco se habían alcanzado en poco tiempo cotas autonómicas, cuasi federalistas, impensables, por ejemplo, de lograrse en Francia, de más larga tradición democrática aunque siempre ligada al modelo jacobinista, centralista en su estructura territorial.

Ante ello, expuse algunas claves de la peculiaridad vasca. Este terrorismo anacrónico que se viene dando desde los años sesenta, cuenta todavía en la actualidad con un apoyo social, aunque minoritario, nada desdeñable. Además, con aliados en el sector del clero religioso, en un lugar donde la iglesia juega un papel superior al que existe en la cada vez más laica sociedad española. Que, asimismo, encuentra aún coartadas y simpatías en una parte del nacionalismo moderado. La particular entidad vasca, igualmente, hunde sus raíces en una sociedad milenarista y muy ruralizada, con una lengua propia de enigmática extracción indoeuropea, y donde la romanización y la arabización no tuvieron lugar con la intensidad que se dio en el resto de la península ibérica. Sí, en cambio, el carlismo y el sistema foral con que se dotó. Del mismo modo, la represión franquista adquirió tintes más dramáticos y duraderos, y la presente democracia aún no ha impregnado en toda su magnitud.

SE aventuraba que ETA acabaría disolviéndose

Se aventuraba que ETA acabaría disolviéndose

Coincidimos en que la etapa de profundización autonómica que se vislumbraba con Zapatero favorecería la distensión del fenómeno y las posibilidades de su fin, que de frustrarse de nuevo, como las negociaciones habidas por los gobiernos González y Aznar, hallarían la reacción firme de la sociedad contra ETA y su asfixia policial e internacional -más, inmersos como estamos en una UE en la que los localismos y las fronteras tienden a disolverse- hasta llevar a ETA a su autodisolución.

Para el PP, hacer su oposición era ligar todo con ETA

Para el PP, hacer la oposición era ligar todo con ETA

El segundo gran tema que abordé con estos dignatarios de la eurocámara tuvo que ver con la previsible remodelación que habría de producirse en la derecha española. Tampoco entendían la crispada oposición radical que estaba haciendo en España el equipo de Rajoy. Ni su ridícula obsesión, centrada en la teoría de la conspiración sobre el atentado del 11M, para no reconocer su pasada derrota electoral. Repasamos lo que significó de positivo el amanecer democrático en España con un partido de centro derecha europeo como lo representó la UCD, para adentrarnos en la posterior involución sufrida por ese sector de la clase política española que fue asumiendo planteamientos ideológicos, y hasta familias políticas, que parecían haber sido enterrados con Franco, sin conllevar una ruptura en su seno, tal como había sucedido en Francia, Austria, Suiza… donde se presenta la extrema derecha como alternativa. Lo mismo que en Europa no se entendería un partido conservador donde conviviera un Chirac con Le Pen, tampoco se comprendía a un PP aglutinando desde lo más radical del nacional catolicismo (Alcaraz de la AVT, Acebes o Esperanza Aguirre) a la moderación de Gallardón o Rato.

Auguramos los allí reunidos que, de no corregir el PP su rumbo, sería su predecible derrota electoral del 2008 la que provocaría un terremoto interno que adaptara la derecha española a Europa.

El navajeo también ha comenzado en el PP por la sucesión de Rajoy

El navajeo comenzaría en el PP cuando entrara en su crisis identitaria.

Pero he aquí que los últimos acontecimientos que están pasando en el PP, en parte coincidente con este análisis, sin embargo presagia un nuevo aplazamiento a la obligada recomposición que deben abordar para su homologación europea. Así, hay que entender la defenestración de Ruiz Gallardón, para retirarlo del hecho sucesorio, tras haber sido precedidas por las de Rato, Piqué, Matas… Aparte de la barbaridad estratégica que significa priorizar la herencia a Rajoy, dándolo por derrotado, antes que transcurran las elecciones.

La presentación como número dos por el PP del funcionario Manuel Pizarro -designado empresario por el Gobierno anterior e incompatible durante dos años para el desempeño público de muchas funciones económicas- avalado en la afiliación por su compañero de pupitre, José María Aznar, y el previsible futuro abandono de Ruiz Gallardón, que conllevaría el acceso a la alcaldía de Madrid de Ana Botella, denotan, tanto la tutela que nunca ha dejado de ejercer sobre el PP el expresidente Aznar, como el triunfo en su seno de posicionamientos que están en flagrante contradicción con lo que el derechista Nicolás Sarkozy o la canciller conservadora alemana Ángela Merkel llevan a cabo en sus partidos.

Una derecha cerril cada vez más necesitada de homologarse a nivel auropeo

Una derecha cerril cada vez más necesitada de homologarse a nivel auropeo

Al final, la respuesta sobre lo que vaya a ocurrir definitivamente en el PP queda en manos de los electores de centro. Si estos votantes moderados dan la espalda en marzo a esta salida no europea que ahora han propiciado los sectores más retrógrados de la derecha española, quizás pueda surgir la solución a esta segunda cuestión que aún sigue pendiente de resolverse en nuestro sistema democrático.».

Málaga, 23 de enero del 2008.

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