Introducción
Ignacio Trillo
Este cuarto capítulo prosigue la entrevista que Gely Ariza Núñez (G.A.) le realiza a su nonagenaria madre Ángeles Núñez Gómez (A.N.) En ella trata de sintetizar las vivencias que tuvo su progenitora en la etapa de niñez y primer crecimiento en Jimena de la Frontera recogiendo lo esencial que vino contándole a sus cuatro hijos y nietos a lo largo de la etapa de duro de confinamiento padecida por la pandemia, donde a la vez que iba transcurriendo el relato fue mostrando fotos y documentos relacionados con los contenidos que iba exponiendo.
Complemento con los textos que a pie de fotos figuran donde contextualizo lo que aquí se va revelando y que sirven como amplificador a la narrativa. Reflejo igualmente cuanto se desarrollaba alrededor de esta niña y sobre los personajes que menciona, dramas enmarcados en la trágica historia de aquel tiempo convulso que a la vez se iba desarrollando a su alrededor, siendo a todas luces imposibles que entonces fuera captado por la edad de inocencia de nuestra protagonista.
En este episodio, Ángeles va haciendo fundamentalmente un recorrido por el vecindario que le acompañaba, así como por sus primeras amistades de niña y el transcurso de su familia, con hechos puntuales que acontecen en su propia saga como lo significa la inesperada muerte de su padre cuando la hija contaba tan solo con ocho años.
Pasamos pues a continuar la entrevista de la hija a la madre.
G.A.: Volvamos a tu casa. ¿Qué veías desde tu puerta?
A. N.: La primera escena que recuerdo es de la ventana de la planta de arriba de la casa contigua, donde vivieron un tiempo mi tía con mis primos. Vimos los niños desde la calle que estaba mi abuelo sobre el cristal leyendo el periódico durante mucho rato y lo que parecía que se había quedado dormido no era así sino que había fallecido. Creo que lo que le ocurrió fue que le daría un infarto. No puedo olvidar esa triste imagen.

En la misma acera, mucho más abajo se hallaba la casa tan vistosa del Dr. D. Juan Marina con quien las hermanas de mi madre cuando venían, salían junto a sus amistades.


También estaba en la misma calle, la consulta del Dr. Montero, que la tenía en su casa familiar, y el cine de su propiedad. Igualmente, la escuela de Doña Carmen que era mi maestra, así como la peluquería de María León y la casa de Alfonso Sánchez, el de la churrería, con sus tres hijas que vivían por frente de Juanita Arjona, y mucho más, pero, aunque en estos tiempos pueda parecer raro, no acostumbrábamos a bajar la calle. A misa sí íbamos pero nuestra vida giraba a nuestro alrededor.

Había también una tienda de comercio de tejidos muy buena que era la de mi amiga Paquita Pérez Gil, de la familia que conocíamos por los Perejiles; siempre muy arreglados y atentos.

Esa noble casa de «Los Peregiles» estaba después de pasar a la de Felipe, el ferretero.


Casi siempre estábamos en la puerta de la calle o en casa. El suelo no estaba pavimentado como ahora, así que las rodillas nos las hacíamos polvo en la calle donde jugábamos.

Recuerdo claramente a Nicolasita, hija de un zapatero, que no tenía madre. Su madrina se llamaba Pilar, casada con Pedro Piñero con una buena tienda y pariente de mis hermanos mayores. Nicolasita paraba mucho tiempo con ellos y yo lo pasaba muy bien jugando con ella.

Hace unos meses con infinita emoción gracias al jimenato Ignacio Trillo supe de otra amiga mía, Juanita Arjona.


Es a la que más recuerdo de pequeña, hija del barbero amigo de Montero y de Ortega y del tío Salvador y de mi padre, que también sacaba muelas y que por eso yo le recuerdo como dentista.

Según me han dicho ahora, durante años mi amiga me nombró y lo más emotivo ha sido que sus hijas, en Venezuela, sabían de nuestra amistad.

En esos momentos de juegos en la puerta de la tienda no sabía que estaba en la casa de sus abuelos que vivían enfrente porque se trasladó allí toda la familia cuando la guerra. Yo recordaba que vivían calle abajo aunque siempre estaba en la puerta. Y es que también le destrozaron y saquearon la casa de sus padres y por eso, se quedaron frente a nuestra casa, con sus abuelos.

Su padre tuvo que huir. Se exilió como única solución para salvar su vida. Llegó en barco a Túnez y tras muchas peripecias, al cabo de los años, desde Venezuela avisó a la mujer para que viajara con Juanita y su hermano a reencontrarse.

Hasta ese momento no se habían comunicado apenas, por miedo a las represalias. La despedida de Jimena de mi amiga Juanita fue con diecisiete años.
De todo ello y de que haya fallecido me he enterado por sus cariñosas hijas hace unos meses y sí que he llorado.
Hasta ese momento sabía nada más que de pequeña jugaba con una niña a la que recordaba después de ochenta años y que se llamaba Juanita Arjona. Si hubiera sido este conocimiento antes nos hubiéramos reencontrado.

Frente a la tienda de los padrinos de Nicolasita estaba la barbería de Frasquito Sánchez, una peluquería de caballeros, y al salir a la izquierda, vivía Isabelita Caba, vecina matutera que llevaba mandados a Algeciras, cosas para vender, hasta de la zona de Ronda.

Recuerdo de verla con los años como cargaba con ese pan grande blanco de Almargen y allí en Algeciras compraba o cambiaba por azúcar y aceite y otros productos de Gibraltar. Como ella, muchas más mujeres hacían lo mismo y venían hasta de Montejaque. Todo a escondidas. Podían, si eran detenidas, perderlo todo.

Hacia la otra dirección de la calle estaba el Callejón Techado que daba al campo y recuerdo que olía que repugnaba porque se orinaban muchos hombres que saldrían del bar de Vargas sin ningún miramiento.

Bar de Vargas del barrio de arriba
, casa con el número 70 de la calle, colindante a la tienda de José Núñez Gallardo, el padre de Ángeles. Aquí el dueño, ya pasado el tiempo, Manuel Vargas Domínguez cuyo inmueble heredó de su madre, viuda, Antonia Domínguez Cano. Foto: Retratos de Jimena. Ediciones OBA.Por frente, sí que había un camino para ir al «Risco» que era un sitio para poder jugar libremente.
En ese camino se pasaba por la casa de María Gabriela, parienta de mi padre, que se dedicaba a coser y a dar clases de bordado junto a su madre y eran muy cariñosas sobre todo con las hermanas de mi madre, Chana y Teresa, que iban allí a bordar. No recuerdo ir por esa zona con mis amigas Nicolasita y Juanita que eran las de la puerta de casa.

En ese campo jugábamos a salpicarnos en charcos y a hacer matanzas de cochinos como los mayores, con platos rotos y con las tunas a las que quitábamos los pinchos. Había que ir acompañada de adultos pero recuerdo jugar estupendamente con otras amigas. Nos columpiaban y se cantaba el “Estira y encoge, perdí mi caudal. Estira. Encoge”.
Siempre se contaba que había un hombre al que llamaban los niños Tío Tocino y que respondía siempre vociferando. Claro que si llevaban tiempo sin llamarle por el mote, salía y decía a los chiquillos: “¿No pringáis?” Y otra vez, volver a empezar.

De esos momentos en el campo conservo una foto con la familia del tío Salvador; yo con mi lazo blanco como siempre con mi hermana María y con una tía de mi madre, Tata, que así la llamábamos y que fue muy buena con nosotros. Planchaba y almidonaba que era una maravilla. Siempre estaba curiosa con lo que contaba mi abuelo Isidro, que era su cuñado, cuando venía del cortijo porque a ella sí le llamaba la atención todo lo relacionado con los animales, la matanza, lo que se había sembrado… Creo que Tata lo pasaría muy bien en ese día de campo. Aparece también la tía Carmen Romero que era la mujer del tío Salvador.
Su hermano, Miguel Romero, fue recibido como héroe en Los Barrios cuando la guerra de Melilla y luego fue muy activo con los nacionales. Siempre escuché que fue quien le abrió la puerta a Franco para entrar en la península. No sé lo que significaban esas palabras pero siempre nos las repitieron así en la familia.

Había momentos también para ir al cine. Ver esas pantallas era como ir a otro mundo. Ir al cine era una aventura no porque estuviera lejos que pienso que no porque estaba en la misma calle, sino por todo lo que veíamos. Recuerdo junto a la casa de la tía Magdalena, antes de llegar al Paseo, haber visto la película Morena Clara de Imperio Argentina y Miguel Ligero, y cómo durante mucho tiempo me quedé embelesada con lo que vi. Siempre os he cantado “El día que nací yo” o “La falsa monea” y mi madre también.

G.A.: ¿Alguna foto más que quieras recordar?

A. N.: Tengo en foto también a mi hermana de padre, María, que de pequeña se iba muchas temporadas con su tía materna y con su marido apellidado Godino, que era militar en Sevilla, con los que se llevaba muy bien y se sentía muy querida.

María tuvo un novio de la Legión de los que llegaron después de la guerra a Jimena. Pero al final se casó con Justo Garzón, que era sobrino del falangista Secretario del Juzgado. Tengo también foto de mi hermano Paco, de su estancia en Madrid.

Paco puso, con los años y antes de su marcha definitiva a Algeciras a vivir con su familia, una tienda de tejidos en Jimena en el mismo edificio que durante la República había sido el Juzgado y luego pasó enfrente a la casa que fue de mi tío Salvador en calle San Sebastián. Esas fotos están guardadas.

(CONTINUARÁ 5ª PARTE: https://ignaciotrillo.wordpress.com/2022/03/28/erase-una-vez-en-jimena-y-no-es-cuento-conversaciones-en-tiempo-de-pandemia-5a-parte-28-03-2022/)
BIBLIOGRAFÍA
CÓMO LLEGÓ LA IIª REPÚBLICA Y SU PRIMER ALCALDE A MI PUEBLO (13.04.2014): https://ignaciotrillo.wordpress.com/2014/04/13/22541/
EL PRACTICANTE REPUBLICANO DE JIMENA, JUAN ARJONA GIL (23.08.2017): https://ignaciotrillo.wordpress.com/2017/08/23/32607/
LA HISTORIA DEL DOCTOR MONTERO (16.09.2014): https://ignaciotrillo.wordpress.com/2014/09/13/23993/
El DOCTOR MONTERO, LA VIDA ROTA DE UN HOMBRE BUENO (01.08.2017). https://ignaciotrillo.wordpress.com/2017/08/01/32388/
LA BIOGRAFÍA DEL MÉDICO DE JIMENA, GUILLERMO ORTEGA DURÁN (22.01.2018): https://ignaciotrillo.wordpress.com/2018/01/20/33940/
EL DOCTOR ORTEGA DURÁN Y LA GUERRA CIVIL (2ª PARTE) (29.01.2018): https://ignaciotrillo.wordpress.com/2018/01/29/34056
EL EXILIO DEL DOCTOR ORTEGA Y EL RETORNO DE DOÑA PURA (3ª PARTE) (08.02.2018): https://ignaciotrillo.wordpress.com/2018/02/08/34163/
EL MÉDICO MARINA DE JIMENA (10.07.2017): https://ignaciotrillo.wordpress.com/2017/07/10/32092/
EL MÉDICO JUAN MARINA (2ª PARTE) (15.07.2017): https://ignaciotrillo.wordpress.com/2017/07/14/32147/
LA SANIDAD DE JIMENA (1950-1970) 1ª PARTE (26.06.2017): https://ignaciotrillo.wordpress.com/2017/06/25/31802/
LA SANIDAD DE JIMENA (1950-1970) 2ª PARTE (03.07.2017) https://ignaciotrillo.wordpress.com/2017/07/02/31989/
LA CASA DEL JUZGADO DE JIMENA (01.05.2017): https://ignaciotrillo.wordpress.com/2017/05/01/31675/
OTROS EPISODIOS DE ESTA SEMBLANZA
Érase una vez en Jimena y no es cuento. Conversaciones en tiempo de pandemia (1ª parte) (23.11.2021): https://ignaciotrillo.wordpress.com/2021/11/23/erase-una-vez-en-jimena-y-no-es-cuento/
Érase una vez en Jimena y no es cuento. Conversaciones en tiempo de pandemia (2ª parte) (01.03.2022): https://ignaciotrillo.wordpress.com/2022/03/01/erase-una-vez-en-jimena-y-no-es-cuento-conversaciones-en-tiempo-de-pandemia-2a-parte-01-03-2022/
Érase una vez en Jimena y no es cuento. Conversaciones en tiempo de pandemia (3ª parte) (10.03.2022): https://ignaciotrillo.wordpress.com/2022/03/10/erase-una-vez-en-jimena-y-no-es-cuento-conversaciones-en-tiempo-de-pandemia-3a-parte-10-03-2021/
OTRAS ENTREVISTA REALIZADAS A NONAGENARIOS JIMENATOS
ENTREVISTA DE MÓNICA ONCALA GIL A JUAN GIL PLATA (11.05.2021): https://ignaciotrillo.wordpress.com/2021/05/10/entrevista-de-monica-oncala-gil-a-juan-gil-plata/
FRANCISCA, POETA EN LA INTIMIDAD QUE QUISO SER PERIODISTA. ENTREVISTA REALIZADA POR IGNACIO TRILLO (26.04.2021): https://ignaciotrillo.wordpress.com/2021/04/26/francisca-poeta-en-la-intimidad-que-quiso-ser-periodista/
Posted in: Solo Blog
Posted on marzo 21, 2022
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