El Ébola y la transparencia
Ignacio Trillo

Rajoy, en su opaco camuflaje no para prevenirse del Ébola como pareciera, sino con equivocada dirección en su camino vacacional y estival, en sentido contrario también a como practica la transparencia.
Este fin de semana, el Gobierno de Rajoy ha amenazado a la oposición con que está dispuesto a tirar solo hacia adelante en sus medidas políticas sobre la transparencia. Por contra, la ministra de Sanidad de España, Ana Mato, cuando la Organización Mundial de la Salud ha declarado la situación de emergencia internacional ante el avance del virus Ébola, a la vez que Estados Unidos ha fijado el estado de máxima alerta sanitaria en el país, se encuentra ausente, más cuando hemos sido atención mundial ante el traslado a España de un infectado del brote epidémico.
Al mismo tiempo, el silencio de Mato no ha impedido que los medios de comunicación hispanos estén a tope de noticias sobre esta enfermedad desde hace ya varias semanas y con idéntica dimensión excedida como en la época en que abordaron la crisis de las vacas locas o la de la gripe aviar, relatándonos en detalle su propagación y las víctimas ocasionadas a diario. Deseemos que este vez no estén instigados por las multinacionales farmacéuticas que se hallarán en estos instantes forrándose las manos a la espera de sacar la vacuna contra este mal hemorrágico.
Sin embargo, Ana Mato está desaparecida, tragada por la tierra, como si no existiera al igual que el gürtelano Jaguar de su garaje, o como si el ministerio de Sanidad que preside en su acción exterior o interior fuera un florero. A la par, Rajoy, a la salida de su reunión en Palma de Mallorca con Felipe VI, donde dice que no hablaron de corrupción, ni de Cataluña ni del Ébora, solo de la recuperación económica, justifica la opacidad de la ministra Mato con que no hay que causar una alarma general. Rajoy, como siempre, infectado de cachaza.
Por tanto, tampoco se cree que en nombre del PP tenga que ser Celia Villalobos -ex-ministra de Sanidad del Gobierno Aznar y de los espinazos y pucheros varios cuando la crisis de la encefalopatía espongiforme bovina- quien dé la cara para explicarnos en formato gastronómico su receta de menú para prevenirnos de la transmisión del Ébola.
Mientras ese mutis trascurre, Miguel Pajares, religioso de la orden San Juan de Dios, de nacionalidad española, que contrajo el referido virus atendiendo a enfermos en el hospital San José, sito en Monrovia, capital de Liberia, país infectado por el Ébola en unión de Nigeria y Sierra Leona, ha sido repatriado, en un Airbus medicalizado del ejército del Aire con salida previa desde Torrejón de Ardoz, junto a otra monja de la misma congregación, Juliana Bohi, de nacionalidad española y origen ecuatoguineano, que al final ha resultado que no posee tal enfermedad.

Dos días después de la llegada del cura Pajares a Madrid, fallecía de Ébola la monja Chantal Motwameme en el mismo hospital de Monrovia.
Dos días después de esa llegada expedicionaria a Madrid, falleció en el mismo hospital liberiano, por mor del citado virus, la monja Chantal Motwameme. Aunque congoleña y hermana de la Inmaculada Concepción, fue la misma orden religiosa de San Juan de Dios quien pidió asimismo que por la gravedad que presentaba su cuadro clínico fuese trasladada en el mismo vuelo a España.

William Ekerurm, el enfermero heróico que está haciendo frente a los afectados por el Ébola en el hospital católico de San José en Monrovia.
El hospital de Liberia, en ausencia de Pajares y fallecido también por el Ébola su director, el camerunés Patrick Nshamdze, se encuentra sin mando, atendido tan solo por un voluntario y heroico enfermero, también camerunés pero no eclesiástico, William Ekerurm. Se halla repleto de enfermos del Ébola, que incluye a otros religiosos y al administrador del centro, lo que da para una fuerte polémica desde el punto de vista de la ética evangélica acerca de un sacerdote, Miguel Pajares, que dijo encontrarse en tierras africanas para sacrificar su vida por Dios y en cambio no ha estado dispuesto, ni la orden católica que lo acoge lo ha consentido, a que la arriesgue también por sus semejantes.

Para Rajoy el de los recortes, no hay límites para el gasto por el contrario en este caso aunque delinque por malversación de fondos públicos.
De otra, Rajoy expresa que los gastos desorbitados que ha creado al presupuesto público el traslado del clérigo Pajares, más allá del millón de euros si se incluye del mismo modo la adaptación del lugar hospitalario de recepción, lo pagará el Gobierno.
Mariano Rajoy, en la transparencia mostrada, no ha matizado que lo abonarán los impositores. Rajoy olvida conscientemente que el Gobierno solo administra el dinero que nos sablea a la ciudadanía, que no súbditos, con su implacable escalada de subidas de impuestos y del que debe de rendir cuenta.
Rajoy, prevarica y realiza una malversación de fondos públicos porque renuncia, tal como es exigible por la vigente Ley General de Sanidad, al cobro de los gastos forjados al erario público por dicha repatriación, bien requiriéndoselo, como “terceros obligados al pago”, a la orden de San Juan de Dios -que fue quien solicitó al Gobierno el traslado de Miguel Pajares a España- o a la compañía de seguro que tenga contratada, la ONG de este ente religioso o el Vaticano, para cubrir las contingencias de sus curas, monjas o seglares, que trabajan o realizan misiones en el Tercer Mundo.

Para Rajoy, la Dependencia u otros gastos para los que más sufren la crisis no es viable. Para la Iglesia, sin límites.
Tanta generosidad del Gobierno de Rajoy no es concebible cuando por el contrario desatiende o recorta las ayudas a la Dependencia, a los comedores de la infancia necesitada durante el verano en que acontece el cierre escolar, limita la gratuidad de productos farmacéuticos a los pacientes insolventes o terminales, o prohíbe que se atienda en centros de salud a inmigrantes sin papeles. Solo es explicable este despilfarro porque se trata en este sagrado caso de la privilegiada iglesia católica, cada vez más lejos, también en este asunto y a pesar del nuevo Papa, de priorizar el socorro a los pobres y parias de la Tierra.

Para Ignacio González, todo es privatizable, salvo los empleos públicos de sus familiares, salvo que los coloque en lo que se privatice.
Este traslado intercontinental de Pajares y el surgimiento de esta epidemia ha mostrado, asimismo, el caótico estado en que se encuentra la sanidad madrileña, a la que está intentando insistentemente pudrir el Gobierno autonómico de Ignacio González, quizás debido igualmente al enfado por el revés sufrido por la sentencia judicial que anulaba sus pretensiones de privatización, con el trasiego e incertidumbres habidos entre el personal sanitario del Hospital de La Paz y el de Carlos III, así como por los desalojos de enfermos internados a que ha dado lugar el espinoso asunto de la repatriación del sacerdote toledano.
Que su Dios pille confesados a Mariano Rajoy y a la piadosa orden religiosa de San Juan de Dios.
¿Y adónde condenar a la cristiana gürtelana, Ana Mato, cuando todavía está el juez Ruz a la espera de recibir esas facturas que prometió sobre sus andanzas familiares en la Disneylandia parisina, así como de los rumbosos cumples y primera comunión, de sus hijos, pletóricos de decorados especiales, con confetis, globos, guiñoles, payasos y cuentacuentistas, sufragados por la mafia de Francisco Correa?
Primero sería localizar el ignorado paradero de la señora Mato, quizás delimitando el espacio de la búsqueda a playas remotas o mares lejanos donde yacerá tumbada a la bartola y cara al sol, con transparencias pero de textil, para no perder ese moreno que despliega de forma permanente en su desfachatada efigie, y con el objetivo así en la tierra como en el cielo de instarle a que por fin dimita. Amen.
*Esta Tribuna se ha visto publicada en “Publicoscopia”, en la mañana de este lunes11 de agosto: El Ébola y la transparencia de Rajoy
ANEXO:
La Orden de San Juan de Dios facturó 25 millones de euros …
La Orden de San Juan de Dios facturó 25 millones de euros en 2011 con una sociedad de gestión de compras de material hospitalario
Sin embargo, esta no sería la única sociedad con la que ha estado relacionada en los últimos años esta orden hospitalaria, a la que se relacionó con una Sociedad de Inversión de Capital Variable (SICAV) que cerró el ejercicio 2011 con un capital de 17.263.239 euros y participaciones en Bolsa en empresas como Mediaset, ArcelorMittal, grupo Prisa o las bodegas Barón de Ley.
Orden de San Juan de Dios: un gigante de la sanidad presente en varios países
La organización religiosa de la que es misionero Miguel Pajares se remonta al siglo XVI y actualmente cuenta con hospitales, fundaciones y centros en los cinco continentes.
El azote del ébola
Dos de los tres religiosos contagiados que acompañaban al sacerdote español ya han muerto
RIP
El sacerdote Miguel Pajares, afectado por el virus del Ébola, ha fallecido la mañana del martes 12 de agosto en el Hospital Carlos III de Madrid donde fue internado tras la repatriación procedente de Liberia.
Pajares había recibido el medicamento experimental contra esta enfermedad procedente de Estados Unidos. En los últimos días se encontraba estable del Ébola. Su avanzada edad, 75 años, y su padecimiento de problemas cardíacos, a añadirse a la polémica de este desafortunado y desatinado caso.
DETERIORAR LA SANIDAD PÚBLICA MADRILEÑA
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, a pesar de ser médico, declaró el martes, previo a asistir al funeral por el sacerdote Miguel Pajares, que todo el personal que había asistido al primer español fallecido a causa del Ébola, estaba siendo sometido a “controles continuos” para descartar contagios. Momentos después de estas manifestaciones, personal que atendió a Pajares en el Carlos III, negó que le hubieran hecho control o analítica alguna, lo que obligó al día siguiente a exculparse al citado Consejero, aunque la ministra Mato saliera al paso por peteneras diciendo que todo lo relacionado con el Ébola se estaba haciendo correctamente. Ojalá no hubiera una segunda parte de este desdichado episodio y nadie dentro de unos días haya incubado el Ébola y se sienta infectado por el virus, tan solo que quede definitivamente como una muestra más de la incompetencia e inutilidad que nos gobierna.
Es de señalar que este personal del Carlos III, -hospital que fue desmantelado por el PP de Madrid en lo que respecta a su especialización en enfermedades tropicales, como la fiebre amarilla, el tifus, la malaría… así como hecho desaparecer los equipos de investigación médica en esta materia y las unidades de registros- pasó a La Paz, y tras cubrir la asistencia al cura Pajares tenía que proseguir sus tareas con los pacientes a tratar o internados en este otro hospital.
Asimismo, los sesenta enfermos, muchos de ellos que habían sido contagiados por alguna enfermedad no común en países exóticos donde habían hecho turismo, debieron abandonar el hospital Carlos III donde estaban internados para ser recolocados en otros centros, fundamentalmente en La Paz.
Esto habla por sí solo del deterioro y el caos a que, por quienes no han podido privatizar la sanidad pública madrileña ante la resistencia exhibida por la `marea blanca´ y la sentencia judicial emitida, están condenando a un modelo que era un valioso ejemplo a nivel mundial.
El domingo 17 de agosto, a pesar de la fecha veraniega y estival, nuevamente ha salido `la marea blanca´ a manifestarse, esta vez a las puertas del hospital Carlos III para pedir su retorno como centro avanzado en la especialización e investigación de enfermedades tropicales, tal y como estaba en un reciente pasado.
francisco
agosto 22, 2014
señores que no es villalobos es pillalobos,y esto no es un partido es una banda de delincuentes el jefe aznar